viernes, 21 de mayo de 2010

Anochecer de un día agitado / En modo de amor / Quién me habrá mandado a mí.

Agarro un día cualquiera. Hoy. Y digo hoy voy a estar de buen humor. Más que nada, porque no es un día cualquiera hoy. Porque no es una temporada así nomás. Es una temporada muy otra y estoy pegando el estirón. Nótese que no quiero hablar de crecimientos personales porque es una frase bastante remanida y pienso que en la búsqueda de voces nuevas está el ¿crecimiento personal?.
Hoy - que no es un día así nomás - tenía que estar de buen humor. Reirme de Janeiro y portarme alegre, se entiende.

Mis humores son dos a saber:

a) Los diablos me llevan por delante y me piden disculpas (o modo habitual).

b) Modo “Soy una pobre mujer”. El modo “Soy una pobre mujer” yo no lo pongo. Se activa automáticamente en grandes catástrofes, como ser cargar un bolso de más de trescientos gramos, bajarme en una esquina en la que no para el colectivo, enchufar algún electrodoméstico. No es precisamente un recurso. Una terrible desazón se debe apoderar de mi cara ante los hechos trágicos que aparece un comedido gentil y me cambia la lamparita. No es a propósito. Se activa solito. No tengo un interruptor “Soy una pobre mujer” mode on/off. Pero funciona. Y acá para redondear podría decir: mue-je-je.

A decir verdad, ninguno de los dos podría clasificarse como humor bueno. No sé, la verdad es que no sé de qué estamos hablando. Una vez, me acuerdo, fui a ver En modo de amar (In the mood for love). Era una película donde dos chinos se la pasaban mirándose; mejor dicho, se miraban un toque y salían corriendo disparados cada uno por su lado. Y una manito por ahí que se amagaron agarrar, como para mostrar que llevaban alianzas, pero cada uno de su otro chino que no eran ellos dos. Vieron lo rebuscada que puedo ser para decir que eran casados pero no entre sí, debe ser porque fui educada en el profundo prejuicio moral. Foah !.
La película la fui a ver no para vencer el prejuicio, ni de romántica, ni para saber qué es lo que se supone que le pasa a uno en la vida cuando se enamora, sea de la persona éticamente adecuada o no. La fui a ver de disc jockey que soy nomás, por el tema de Bryan Ferry. Pero fue un fiasco. No sólo se miran y rajan, sino que a Bryan Ferry no lo pasan nunca.
Y estoy segura de que no soy la única que se quedó esperando la canción.
http://www.youtube.com/watch?v=kHywJ5rnmDc
No sé de qué humor estar. No sé de qué disfrazarme (ah, otra cosa de la película, la china llevaba siempre el mismo vestido, pero de distintos estampados, divinos los vestiditos de la china). Hay veces que no sé qué cara poner. Quiero estar de buen humor, y no sé cómo.

Traje una docena de señores músicos grandes. Lo sentí como que los traía en brazos de a uno por la autopista.
Un viernes a la tarde y paraban cada diez minutos (cuando dije músicos grandes no quise decir Piazzolla, quise decir próstata)
Cada vez que me llamaban desde la ruta para avisarme que habían parado para estirar las piernas, no me quedaba claro si conocían la diferencia entre estirar las piernas y estirar la pata.
Nomás llegar y el señor director puso cara de estafado. Esperaba encontrarse una señora con aspecto de producción seria, y le parecí la domadora de perritos caniches del circo de Villa Insuperable. Quiso huir corriendo como el chino de la película y casi más le da un ataque porque empezaron a tocar cuatro minutos después de lo acordado. Cuando a las doce y media en punto clavaron los dedos sobre las teclas y me estuvieron mirando los cuatro minutos siguientes con cara de “esta-y-no-otra es la muerte del tango” hasta que se les dio el audio, decidí que para señores mayores, los Aerosmith.

Este post lo empecé hace una semana. Desde entonces no defino qué es esa sensación de cuando llegás a un lugar donde siempre quisiste estar y te cuestionás por qué no te habrás quedado en tu casa tomando mate como todo el mundo.

Y acá es la parte donde elJose pasa una tarjetita con el número de Susana. Y donde X (Ex) me manda a patadas a un psiquiatra. Y donde el muerto se asusta del degollado.



1 comentario:

  1. Yo tambien vi una pelicula con chinitos. Hapytogheter se llamaba.
    No la termine de ver. Que contrataran a un chino gay para portero de milonga es tan absurdo en los "Sacros" ambitos del tango como poner un mariachi para vender sushi. (esto es un comentario ironico, que no se enojen los gays, los chinos y los que cobran en la entrada de la milonga)
    No es por racismo, es porque la pelicula era tan ploma como el viaje en coche que se quisieron mandar estos dos pobres chinos desde Buenos Aires a las cataratas.
    Para ver una buena pelicula tanguera y todo basta ver "Tetro" con grandes actores pisoteando las mesas(esto es otro comentario pero sarcastico(queda mas lindo porque posibilita escupir un poco al pronunciar la palabra)que no se enojen los trascendentalistas copolianos, pero Vincent Gallo modula demasiado bien para estar entre los muchachos de "La Colifata")(me suena a cuento chino)
    Una pastafrola para el tetritooooo!!!

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