viernes, 18 de junio de 2010

El regular, el mediocre, el medio pelo / Tirar la piedra y esconder la mano / No sé qué hago hablando de Juan Rulfo cuando debería estar escribiendo sobre Saramago.

El mal artista imita. El gran artista, afana.
Pablo Picasso. La Mujer Barbuda.

Para Pata Rigatuso (De Peit oh! De Peit) y Omar (¡Jebús!) Hurtado, los dos nuevos apóstoles que he conseguido para la Iglesia de la Resurrección de la Barbuda / Cristo te odia. Yo os bautizo mis ángeles de la soledad, y me pregunto qué miurda de mis frases célebres [¿?] habrá pegado en su escritorio, y qué tanta confiabilidad puede tener un ingeniero que en vez de diploma tiene un papelucho que dice “por el amor de Dior” en su oficina. Y para X (Ex) Todopoderósico que es mi fuente de indignación inspiración.
Una pregunta que anduvo por ahí y que hace meses que la traigo pendiente de responder; creo que porque en alguna medida debo ser la única en este momento que fue cercana a Orlando Paiva y tomó clases - muchas - con él, y que ahora me encuentro muy cercana a Sebastián y he tomado clases - muchas - con él.

Pobrecita, se creía que era la persona autorizada y que conocía las respuestas.


Porq los q se quejaban de los clones de don orlando hoy son clones o intentos de copia de seba?
Pobrecito, se ve que andaba como sediento de respuestas. Mirá si no lo voy a comprender yo, que anoche bebí y ahora me levanté con resaca. Y anoche mismamente me juré no volverme a meter en este tipo de quilombos.
Contesto desde mi posición de haber sido alumna - muy alumna - de ambos. La verdad es que desconozco si hay otra persona en mi misma posición. (Epa! Fíjense que tan mal no está como para decir “con mi misma autoridad”. Seguro que no se le debe haber ocurrido, pobrecita).
La verdad también, es que no me parece necesario haber compartido tiempo, cercanía o aprendizajes con ninguno de los dos para dar una respuesta a eso.

La verdad es que me parece una gansada.

Es así como X (Ex) después dice que yo tengo demasiadas certezas absolutas para todo.

Y, si me preguntan gansadas (acá con qué ganas clavaría tres puntos suspensivos; pero como es la vida, el que escupe al cielo, después termina con el gallo estrellado en la cara).

La inteligencia humana es comparativa. Aún la de los humanos menos inteligentes que necesitan preguntar gansadas; y la de los menos inteligentes aún, que se ven en la necesidad de contestarlas.
En los procesos de aprendizaje no nos queda otra cosa que copiar. Aprendemos a expresarnos copiando el idioma de mamá. De ahí se nos graba el lenguaje con modismos, regionalismos, giros expresivos, acentos, tonadas que nos identifican con un grupo sociocultural. Es así de elemental. Si en lugar de haber nacido aquí hubiéramos nacido apenas un poquito más lejos, digamos en Córdoba, no podríamos evitar hablar en mayor o menor medida con la insoportable tonadita cordobesa, llamarnos todos Negro Culiáu y juntar peperina montados en un burrito; porque copiamos inevitablemente del entorno en que aprendemos.
No conozco demasiados seres humanos capaces de inventarse su propio aprendizaje y sus propios lenguajes por sí mismos. Digo no conozco demasiados, porque entendí que siempre conviene excluir de mis generalizaciones a X (Ex) por ser Todopoderoso.
Para comprender un concepto es indispensable remitirlo a otro.
Por ejemplo: si digo “mesa” me viene la definición o representación mental de: mueble de cuatro patas con tabla arriba que sirve para poner en el comedor y apoyarle los platos encima al mediodía, y que en tiempos más jóvenes servía para además otros usos.
Y ahí, valiéndose de conceptos previos, uno entiende. Entiende muchas cosas; como por ejemplo: ah, esta chica se ve que estudiaba después del almuerzo.
Pero veamos si digo “mesa = swPq&dr$$_frm*Çç”.
“swPq&dr$$_frm*Çç” por sí mismo no me representa ningún concepto previo, y no me viene otra cosa que desorientación mental y sofocos. Debe ser la edad, o la antedicha resaca.
Hasta aquí creo haber desarrollado la respuesta con la no-autoridad que me da haber sido alumna cercana de los dos por años.

Ahora sí. El talento es otra cosa. El aprendizaje es una instancia nomás. El talento está en darle a los hechos una visión única y propia. En utilizar lo aprendido en el entorno que nos elegimos o que nos encajaron para hacer arte de nosotros mismos.

Entonces es así que podemos tomar por ejemplo el hecho de haber nacido en Latinoamérica y habernos tocado ser hispanoparlantes.
Hay quien escribe por ejemplo, Pedro Páramo.
Hay quien escribe Porq los q se quejaban de los clones de don orlando hoy son clones o intentos de copia de seba?.
Yo personalmente, como soy un monito copiador que me quedo en el intento de copia; ando con ganas de escribir una novela que se llamará Pedro Paramount, y que trata de un tipo que llega después de muchos años a Jóligud en búsqueda de su padre, que es el dueño de los estudios de la Paramount Pikchurs. Y se encuentra con que están todos muertos, pero no se dan ni cuenta y siguen andando por las colinas. Ya tengo hasta la frase final, que Pedro - el protagonista - dice: Oh, vaya! pero qué son esas raíces de rabanitos que estoy viendo crecer sobre mi cabeza.
Uh, qué boluda, les conté cómo terminaba, creo que ya no tiene sentido que lo escriba.